











Viernes:
He encontrado el paraiso en la tierra, se llama Morro de Sao Paulo y es una isla de Bahia. Ya desde el catamaran que te lleva a la isla sobrecoje la vista del puerto y la naturaleza que lo envuelve. No podia creer lo que veia. Cuando atracamos, unos chicos "taxistas" del pueblo abordan la embarcacion para ofrecer sus servicios de taxi. Yo contrato uno, pues mi mochila pesa de lo lindo... Cual es mi sorpresa cuando veo que el servicio de taxi consiste en ir caminando hasta tu albergue junto al taxista que transporta tu maleta/mochila y alguna otra que va repartiendo por el manino en una carretilla!!!!! Me quede helada, pero me duro apenas 1 minuto tras adentrarme en las preciosas calles del pueblo, con las carreteras sin asfaltar, ni siquiera tienen piedra, simplemente son de arena de la playa. Llevo 4 dias descalza, chanclas? para que? Edson, mi taxista, no se separa de mi de posada en posada hasta encontrar una que me guste. Despues de lla caminata por el pueblo, de repente se extiende frente a mi, desde una posicion elevada, una paradisiaca vista de las playas que conforman la isla. La primera, la mas pegada al pueblo; en la segunda se encuentra toda la marcha (parece una especie de Salou caribenyo); la tercera mas tranquila; y la cuarta la mas tranquila de todas. Me quedo en la tercera, cerca de la tranquilidad y la marcha, en la posada Sol e Mar, regentada por Juliana, una argentina que como yo, llego a Morro de vacaciones y se enamoro de la isla. Ahora vive en el albergue junto a su madre, su hija de 1 anyito, y su marido de Morro. Habitacion con cama de matrimonio, litera y banyo propio 25 reales (10 euros) con desayuno incluido. Me despido de Edson hasta manyana (que encanto!!! lleva vistas conmigo como 10 posadas). Quedamos que manyana me ensenyara el faro, desde donde hay unas vistas generales, tambien una montanya a pie de playa repleta de arcilla, para empanarme como una croqueta, y Gamboa, el pueblo donde viven todos los nativos de la isla. Me acomodo en la habitacion y salgo al pasillo para tumbarme en una hamaca con vistas al mar, y tomarme una cerveza bien fria. Que placer!!! Cuando me encuentro casi en trance, aparece Dario, un italiano de Palermo vecino de habitacion que me saluda efusivamente mientras no puedo creer lo guapisimo que es. Le llaman Diabo (apodo de capoeira que le puso su maestro de hace 5 anyos). Esta de vacaciones en Brasil para ademas poder disfrutar de alguna clase. Es un chico muy interesante en todos aspectos. Me invita a ver la puesta de sol con el y con 2 amigas companyeras de capoeira con las que ha viajado. No puedo ni levantarme de mi hamaca, asi que la puesta de sol se queda para otro dia. Con la calma. Se va y voy a dar un paseo por el pueblo. Como dice Dario, desde que aviste tierra se me puso una sonrisa en la boca que todavia no he podido borrar. Vuelvo a la posada, y conozco a 3 madrilenyas que tambien se hospedan en Sol e Mar. Vaya 3 chicas mas majas, Maria, Esther y Melisa. Llevan 3 semanas en Brasil y les quedan 4 dias para volver, los cuales los pasaran en Morro. Salimos las 4 a cenar. Dario, Patrizia y Nirvana nos esperan en un restaurante en la segunda playa. Despues a dormir. Estoy agotada.
Sabado:
Me levanto pronto, desayuno, y Edson me viene a buscar. Damos un largo paseo de 5 horas por el faro del puerto, desde donde hay unas vistas impresionantes, luego al lugar de la arcilla donde me rebozo, y tomo un banyo en el mar. Caminamos hasta el puerto de Gamboa, y cojo un barco para volver al puerto principal Durante toda la caminata vamos parando en la playa, en un muelle precioso, o en algun chiringuito de playa a tomar una cervecita. Dios mio que barriga me va a salir a este paso, y es que aqui la cerveza esta buenisima, y te la sirven siempre helada, dentro del recipiente que conserva el frio. Eso si, hacia mucho tiempo que no andaba tanto. Desde el puerto hasta el hotel hay unos 15-20 minutos, caminando, claro. Todavia no puedo creer lo de este lugar. El transporte de todo tipo de cosas se hace con carretilla, la gente camina por las calles de arena blanca... Esto verdaderamente es el paraiso. Vuelvo a la posada, tomo una ducha, como y a dormir la siesta. Luego me tumbo en mi querida amaca. Mas tarde ceno y me encuentro con Edson para tomar unas caipirinhas. Caen 3. Al hotel. A dormir. Ninyas, Morro 9.
Domingo:
Hoy me lo voy a tomar con mas calma. Por la manyana visito la cuarta playa que todavia no conozco, con piscinas naturales, y casi desertica. Alli se encuentran los hoteles mas caros. No saben lo que se pierden... Luego ducha, a comer y siesta. Se me hace raro eso de ducharme y volver a pisar la arena en cuanto salgo de la pousada... Me acostumbro rapido. Me levanto a las 16h para ir a un bar junto al faro desde se ve la mejor puesta de sol de la isla. Es un bar chill out, con buena musica, amacas, y esterillas con miles de cojines por todo el suelo. Que ambiente!!! y que puesta de sol!!! Me quedo ipnotizada con la puesta de sol sobre el mar, junto a montones de barquitos pescadores y canoas junto al puerto. Se va el sol y encienden decenas de velas por todo el lugar. Esto es un regalo. Vuelvo dando un paseo hacia la posada. Ceno y a dormir. Hoy Dario se ha marchado a Salvador a dar esas clases de capoeirha. Nos hemos intercambiado los mails porque los 2 queremos ir a Chapada Diamantina, pero el hasta el viernes no puede. Yo creo que ire antes. Las chicas han vuelto a Salvador para cojer su vuelo de vuelta a Espanya. Se me encoje el estomago en la despedida. Porque son un encanto, y porque ya no me tengo que ver en su situacion, al menos de momento. Que suerte tengo!!! Pienso.
Lunes:
Desayuno y a la cuarta playa de nuevo con Edson... este chico ya no sabe que ensenyarme... jejeje. El sol me empieza a quemar. Vuelo a la pousada, una duchita, a comer y siesta. Patrizia y yo, la unicas supervivientes vamos a tomar unas cervezas a la segunda playa. Por la noche he quedado con Edson para ir a una fiesta en la playa. La hacen todos los lunes para dar gracias al sol y a la luna. Esta vez solo una caipirinha y a dormir. Manyana parto para Chapada Diamantina. No se como voy a poder despedirme de este lugar, pero queda mucho viaje y siempre puedo volver.
Martes:
Me despido de Morro de Sao Paulo con enorme melancolia. Hasta pronto paraiso. Se que volvere algun dia. Catamaran a las 15h hacia Salvador, taxi a la rodoviaria, y a las 18h ya tengo mi pasaje para Leçois, en Chapada Diamantina, para las 23,30h. 5,5h de espera en la rodoviaria (estacion de autobuses)!!! Llego a Leçois a las 5,15h de la manyana. Me dirijo a la pousada Nossa Casa, que me recomendo Sandra. Por cierto, muchas gracias por el contacto. La pousada es una maravilla, y Ana un encanto.