sábado, 31 de octubre de 2009

Angra dos Reis. 23 a 28 octubre 2009.












Llego a Ilha Grande de Angra dos Reis despues de todo un dia de viaje, y pasar la noche en Angra, en un "hotel" que daba miedo. Este conjunto de islas es precioso, son montañas de un verde naturaleza intenso, y abajo, a la orilla del mar se encuentra el pueblo. La playa es pequeña, pero el paisaje es inmejorable. A diferencia de Morro de Sao Paulo que esta lleno de gente de todo tipo (grupos de amigos, solteros, parejas, algunas con niños...) en Angra se respira un ambiente romantico, y la mayor parte de la gente son parejitas y matrimonios.

Viernes: nublado. Me doy un paseo por el pueblo. Lugar muy bonito.

Sabado: nublado. Doy un paseo por un parque nacional que tiene la isla. Los paseos son preciosos, con playas maravillosas, cascadas, montaña, un lugar que fue lugar de "hospedaje" para los navegantes que desembarcaban en el puerto y los ponian en cuarentena, luego carcel, luego hospital... El lugar da miedo de verdad. El parque es precioso.

Domingo: compro un pasaje de barco para ver la famosa playa de Lopez Mendes de aguas azul turquesa y arena blanca. Compro mi pasaje en una agencia, me dirijo al puerto y alli un señor me mete en una embarcacion llena de turistas. Cuando parte el barco me entero que se dirige a otra excursion. Vaya, mi gozo en un pozo. Visitamos un par de lagunas para hacer snorkel, luego un pueblo, pasamos por delante de la casa de Ronaldo (a mi que me importara...).

Lunes: nublado. No importa, yo me pongo mi proteccion solar y me voy a la playa a tomar la fresca, toalla en mano. Llego a la playa y me tumbo como si quisiera tomar el sol. La gente me mira con cara rara. Luego me voy a comer y ya en el restaurante empiza a caer el diluvio del siglo que me retiene 3 horas en el restaurante. Cualquiera se atree a salir!!! Pasa un señor con una combrilla de playa a modo de paraguas. No puedo parar de reir. Parece que empieza a llover un poco menos. Me atrevo a salir de debajo del toldo del restaurante y empizo a correr hacia mi hotel. Al llegar a la calle donde esta mi hotel me doy cuenta que esta completamente inundada. No importa, a navegar un poquito... Me meto en la calle y el agua me llega un palmo por encima del tobillo. Me empiezo a reir como las locas, y la gente de los locales me mira y se rie conmigo, eso si, yo con mi protector solar puesto, no vaya a ser que me queme. En fin, un buen rato a pesar de todo.

Lunes: diluvia.

Martes: diluvia.

Miercoles: diluvia.

Jueves: sale el sol justo cuando me voy de aqui. Me dirijo a las cataratas de Iguazu.

1 comentario:

  1. Jajajajaja... eso eso, tu con tu protección solar puesta, no vaya a ser que el nublao te queme... ja ja jaja...

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